Viñeta cómica que bromea con la religión y el comunismo |
El caso es que realmente, el libro rojo, podía tomarse como un "catecismo comunista". La influencia del libro fue tal, que en los carteles propagandísticos con la imagen de diferentes personajes revolucionarios aparecían con el libro rojo en la mano y cualquier texto que se escribiera en esos años en China debía
introducir alguna cita de Mao.
En España, el libro rojo de Mao estaba prohibido durante la posguerra, pero los revolucionarios lo leían a escondidas. Sin embargo, la lectura de este libro en China era obligatoria para todas las personas. Incluso obligaba a sus atletas a leer el libro para que supuestamente fueran superiores a sus rivales en cualquier competición, debe ser que era un libro mágico.
Algunas citas importantes
- "La cultura revolucionaria es una poderosa arma para las grandes masas del pueblo. Antes de que se produzca la revolución, prepara ideológicamente el terreno, y durante ella, constituye una parte necesaria e importante del frente general de la revolución".
- "Los comunistas somos como la semilla y el pueblo como la tierra. Dondequiera que vayamos, debemos unirnos con el pueblo, echar raíces, y florecer en él".
- "En tiempos difíciles, debemos tener presentes nuestros éxitos, ver nuestra brillante perspectiva y aumentar nuestro coraje".
El problema es que toda esta verborrea resulta hasta insultante cuando se desvelan algunos datos de lo que fue la China comunista de Mao:
En 1958 Mao proclamó "el gran salto adelante": abrió un nuevo frente, el de las "comunas del pueblo", en donde se unían la actividad agraria, industrial, familiar y militar, y el salario igualitario. Entre 1959-1961 se produjeron entre 20 y 43 millones de muertos, víctimas de una hambruna provocada en su totalidad por los proyectos aberrantes de Mao, incluso negándose a reconocer su error político aceptando que se tomasen medidas contra sus desastrosos efectos.
En otoño, contra el conjunto de los habitantes rurales se desencadena una ofensiva de estilo militar: por lo menos 10 mil campesinos son encarcelados, y muchos morirán entonces de hambre. Se ordena romper todos los utensilios de cocina de los particulares, para impedir de este modo la autoalimentación, incluso se prohibe hacer fuego, además de torturas sistemáticas a millones de detenidos (a algunos con hierro candente); niños muertos, puestos a hervir, luego utilizados como abono; enterramientos en vida... La mortalidad por hambre supera el 50% en ciertos pueblos; son numerosos los casos de canibalismo, en particular a través de permutas donde se intercambian los niños para comerlos.
Fuentes:
Hermes García Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario